Suéltalo, déjale ahí

Ya sé que te preocupa, que te agobia, que necesitas revisar una y otra vez señales para tranquilizarte de que estará bien, de que podrás tener lo necesario para resolverlo.

Te agobia pensar en la delgada línea entre que salga bien o que salga mal y lo quieres revisar una vez más, sólo para asegurarte.

¿Pero qué crees?... ¡Ya lo hiciste!

Todo lo que podías hacer hasta ahora, ya lo hiciste. Y lo extra que puedes hacer no lo puedes hacer justo en este momento porque ahora tienes otros pendientes que hacer.

Y no, PENSAR en eso mientras haces tus otros pendientes no es avanzar. Sólo te agota.

Suéltalo, déjale ahí. Termina tus pendientes, disfruta de tu día y cuando verdaderamente tengas oportunidad de sentarte, analizar el problema por escrito y plantearte una solución entonces procedes. Pero mientras no puedas hacer eso entonces sácalo de tu cabeza.

Lo mejor que puedes hacer por ti para ayudarte en este instante por ese problema es redirigir tu energía y tu atención al presente. Así sea ponerte a barrer, bañarte, preparar la comida. Hacerlo con toda tu atención. Porque cuando haces esas tareas pero con una parte de tu mente en otra parte... (Como en ESE problema) Te desgastas innecesariamente.

Todo lo que podías haber hecho hasta ahora ya lo hiciste

Y lo que falta no lo puedes hacer ahora así que déjalo.

Pensar eficientemente es elegir cuándo, cuánto y cómo vas a pensar para sacar el mejor resultado. Y si en este momento NO puedes hacerlo, por escrito, con toda tu atención y sin otras cosas que hacer al mismo tiempo entonces NO ES EL MOMENTO.

Todo tiene su tiempo y quizás ahora es momento de que la simpleza del momento presente te tranquilice. Así que confía en mí cuando te invito: